Calculadora científica
Hoy en día, una calculadora es uno de los dispositivos electrónicos más comunes que le permite realizar todos los cálculos matemáticos básicos: suma y resta, multiplicación y división, cálculo de porcentajes, elevación a una potencia, extracción de una raíz, etc.
Los modelos de ingeniería más complejos también pueden calcular logaritmos y diferenciales, exponentes y funciones trigonométricas (sen, cos, tg, ctg).
Historia de la calculadora
La palabra "calculadora" proviene del latín calculo, que se traduce como "yo cuento" o "yo cuento". Es de destacar que calculo, a su vez, proviene de la palabra calculus - "guijarro", lo que confirma indirectamente la versión de que en la antigüedad se usaban pequeñas piedras para los cálculos. En cuanto al primer ábaco, el progenitor de la calculadora moderna, fue inventado hace más de 3000 años. Las muestras que han sobrevivido hasta el día de hoy se encontraron en el territorio de la actual Mongolia.
Un dispositivo informático más complejo, el Mecanismo de Anticitera, se inventó entre los siglos III y II a. C. Permitió calcular el movimiento de los cuerpos celestes, así como realizar las operaciones matemáticas más simples: suma, resta y división. Uno de estos mecanismos se encontró cerca de la isla de Antikythera, en un barco italiano hundido.
Otro dispositivo informático antiguo, el ábaco, data del siglo VI d.C. y es un pequeño tablero con ranuras en el que se colocaban en fila guijarros o fichas con números dibujados. Dichos dispositivos fueron ampliamente utilizados en el comercio entre países europeos y asiáticos durante la Edad Media.
Ordenadores no electrónicos
El Mecanismo de Antikythera, el ábaco y el ábaco son dispositivos bastante primitivos utilizados para cálculos simples en los albores de la civilización. Por cierto, estas últimas (cuentas) dejaron de usarse ampliamente solo a fines del siglo XX, cuando las calculadoras electrónicas se volvieron asequibles para la mayoría de los compradores. En cualquier caso, los inventos de los siglos posteriores, del siglo XVII al XX, se convirtieron en los verdaderos requisitos previos para la creación de una computadora electrónica.
Así, en 1643 Blaise Pascal creó una máquina de sumar, y en 1673 Gottfried Wilhelm von Leibniz presentó su primera máquina de sumar al público en general. En 1876, Pafnuty Lvovich Chebyshev diseñó un aparato de suma con transmisión continua de decenas, y en 1881 se finalizó esta invención y también hizo posible realizar operaciones de multiplicación y división de números. Aquí es donde termina la historia de las computadoras no electrónicas y da paso a los dispositivos tecnológicos que funcionan con electricidad.
Calculadoras electrónicas
La primera calculadora electrónica con relés y partes semiconductoras fue creada en 1957 por la empresa japonesa Casio, tenía las dimensiones de un gabinete y pesaba más de 100 kilogramos. En 1961, el Reino Unido desarrolló un dispositivo ANITA Mark VIII más compacto utilizando lámparas de descarga de gas, y en 1964 EE. UU. y la URSS presentaron sus desarrollos, los modelos Friden EC-130 y Vega, respectivamente.
La primera calculadora de ingeniería del mundo en 1965 fue el aparato Wang LOCI-2 de la empresa estadounidense Wang Laboratories. Además de las operaciones aritméticas, podía calcular logaritmos. En el mismo año, la empresa japonesa Casio presentó el primer modelo de computadora con memoria electrónica, capaz de recordar y repetir operaciones completadas. Y en 1969, Hewlett-Packard presentó una calculadora programable para cálculos científicos y técnicos HP 9100A con 16 registros de memoria. Ya era bastante compacto, pesaba solo 16 kilogramos y podía colocarse sobre la mesa.
Durante la década de 1980, las calculadoras se hicieron más pequeñas, más baratas y estuvieron disponibles no solo para las grandes organizaciones, sino también para los compradores individuales. Aparecieron a la venta modelos familiares para nosotros con baterías solares y pantallas de cristal líquido, que todavía se están produciendo, a pesar de que hoy en día hay una calculadora en cualquier teléfono inteligente.
Datos interesantes
- Los valores numéricos en las calculadoras de botón aumentan de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo (como en los teléfonos móviles y dispositivos táctiles).
- Los números invertidos en la pizarra de la calculadora se pueden usar para formar diferentes palabras: google (376006), boogie (316008) o infierno (7734).
- Las calculadoras electrónicas LCD modernas pueden ejecutar aplicaciones informáticas complejas. Por ejemplo, el legendario juego de disparos Doom de los años 90 pudo ejecutarse en el modelo HP Prime G2.
En resumen, podemos decir que las calculadoras de botón, especialmente las calculadoras de ingeniería, no han dejado de ser relevantes y tienen una gran demanda entre los especialistas. Y en los equipos informáticos con acceso a Internet, las calculadoras en línea son las más comunes, lo que le permite realizar cualquier cálculo matemático.